lunes, 21 de abril de 2014

METAMORFOSIS DEL ÁNGEL

Fotografía de Robert Gilbert



En la noche más calma habita el asco.
Y una navaja extiende su única ala de ángel
desapacible, de odio.
La belleza es un vómito; la vida
se cumple en la justicia de no amarla.

Mas los niños, guardados de la noche,
despertarán felices con el sol.
Contempla, en la ancha calle, esas dos alas
que ahora mueven la luz de la ciudad
Y hacen dichoso el aire.
Vigila el crecimiento: su belleza
lo aísla en turbiedad. Quema el misterio…

Deslumbran, en su espalda, dos navajas.


Brines, Francisco,  Todos los rostros del pasado. (Antología). Barcelona: Galaxia Gutemberg, 2007.

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